Aprender a Aprender en el Camino de la Transformación

Desde los primeros pensadores hasta nuestros días, se ha enfatizado en el valor del aprendizaje para operar transformaciones  sostenibles en el tiempo. Pero la pregunta que permanece latente radica en entender cómo desaprendemos, cómo abandonamos los paradigmas que dieron origen a nuestra percepción de la realidad y adoptamos una visión superadora respecto de la anterior.  

Modificar nuestro punto de vista -el entendimiento de cómo vemos y por tanto de cómo creemos que son las cosas- para darnos la posibilidad de percibirlas con otra coloratura, pareciera que es el gran desafío de estos tiempos. Es la gran aventura en la cual los adultos debemos sumergirnos -y disfrutar de ella- para crear nuevos espacios de actuación, nuevas realidades y paradigmas capaces de moldear organizaciones, sociedades y culturas diferentes, más avanzadas, más emocionales, más humanas, en definitiva más evolucionadas.

Este concepto es el que hemos denominado como ¨4.0¨, queriendo introducir en todos los modelos de Gestión tradicionales, las cualidades emocionales que nos definen como individuos de este nuevo mundo, poseedores de un lenguaje, un cuerpo y una emocionalidad, que se articulan de forma estrecha y coherente, y nos definen como individuos emocionales y únicos.

Diversos  filósofos y científicos han desarrollado y perfeccionado estos conceptos, perfilando modelos y teorías, apoyadas en estudios de campo u otras herramientas. Todos ellos nos han estado acercando, con distintos abordajes, al concepto de la Emocionalidad como eje rector del Liderazgo en las Organizaciones, aspecto que hace solo algunos años, era impensado en la mirada sobre el Liderazgo y la Gerencia.  

El líder Emocional, El líder Resonante, el Líder Coach, u otros abordajes,  aportan una nueva mirada sobre la Gestión del liderazgo, la conducción de las personas y el desarrollo del talento, dando por sentado que en la actualidad o en un futuro inminente, el rol clave de estos personajes será el de Gestionar las emociones de los equipos y por ende de las organizaciones, por sobre cualquier otro aspecto de los que antiguamente hubieran sido considerados como relevantes.  

Enhorabuena para los apasionados por las personas y su desarrollo dentro de las Organizaciones.  

Co-crear este tipo de organizaciones emocionales es nuestra gran aventura y nuestra pasión.  Sin duda en muy poco tiempo también será la de la gran mayoría de líderes que conducirán estas organizaciones.  Los millenials quienes ya están ocupando posiciones de liderazgo, dan cuenta de ello. La nueva generación Z, trae mucho más de todo esto.  

Aprender de ellos y con ellos pudiera ser el camino para operar la transformación.  Abandonar los paradigmas del pasado y ajustar nuestros modelos mentales posibilitarán el subirse a la vibrante aventura de vivir las organizaciones 4.0!